Una ilusión, un castillo de cristal que también se podría considerar palacio se alza frente a mi. Una mano conocida, blanca como la leche, aterciopelada, eternamente suave y cálida; te dice ven, me dice ven. Alargo la mía, intento cogerla, observo el castillo y cada vez lo veo mas lejano, al igual que tu mano. La desesperaron comienza a abrirse paso entre mis sentimientos mas destacados, me pongo nerviosa y los ojos se me encharcan. Corro, intento alcanzar aquello que cada vez esta mas lejano, pero no logro llegar.
Y despierto, abro los ojos y suspiro, interesante metáfora para definir mi situación. Te tuve cerca, podría haber agarrado tu mano y no haberla soltado, pero quise esperar y por esperar te fuiste, agote tu paciencia en cuestión de lo que yo creí segundos y realmente fueron varios meses. Yo conseguí que te fueras pero ¿sabes una cosa? Yo conseguiré que vuelvas.
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sonrisas que se expresan