Aunque no sepa quererte de la forma que a ti te gustaría, siempre te querre con todo mi corazon de la mejor forma que sepa.

08 abril 2012

Quedan muy lejos las noches de luna llena

Muchas veces me imagine asi. Encerrada en una habitación rodada de humo y miles de hojas en blanco, con garabatos, echas pedazos. Acurrucada en ese sillón de cuero marrón frente a la ventana. Pensando, sin pensar. Hundida en mi mundo, encerrada en mi misma. Viendo el tiempo pasar y tus recuerdos fundirse con las cenizas de los cigarros. Amando cada recuerdo tuyo en mi subconsciente y enamorandome del susurro que se colaba entre mi cabello. Atada al miedo y la ansiedad. Ansiando una vuelta que jamas se realizará. Y una copa de vino tinto con unos labios rojos marcados que sellaba un adiós. Y un olor a café que inundaba la habitación. El mar de meláncolia que se abría paso ante un nosotros ahora inexistente y tus pasos vacios llendo lejos de mi.

Desearía que los errores no fueran mas que piedras en el camino y no enormes abismos que nos han llevado al final. Desearía que vinieras aquí para calmar esta ansiedad, para vaciar este vacio porque ni la nicotina lo ha conseguido. Estas paredes estan oprimiendo mi racionalidad, la poca cordura que aun podian contener mis palabras. Rasgandome las costillas, haciendo trizas mi corazón. Soy yo quien decido morir por amor, pero eres tu quien decide asegurar esa decisión.

La nada es lo ultimo que nos queda

Esta siendo un invierno diferente. Las calles huelen a melácolia, la nostalgia va pegada a mi haciendome compañia junto con mi sombra. Ya no me miras cuando paso junto a ti. No hay ni un simple amago de observarme de reojo, nada de nada. Hay de fondo canciones de amor que jamas hubieras escuchado. Este invierno raro, extraño, que no es invierno, que no huele a café y a tardes de domingo entre tus brazos. La lluvia se ha ido y con ella nuestros recuerdos. La nada de un nosotros lejano rememora tiempos pasados, inviernos que no quieres recordar, esos en los que conquistaste el mundo de mi mano cada tarde de lluvia. Recuerdo que amabas salir a bailar bajo ella, mojarte, sentirte libre, gritar. Eras feliz, aun recuerdo el brillo en tus ojos.

Yonkis de la felicidad

El recuerdo de tu dedo en mi espalda dibujando un infinito cada mañana, lo poderosa que me sentía cuando me agarrabas de la mano o me abrazabas y me decías que juntos, nos comeríamos el mundo. Me encantaba darte besos en el cuello después de haberme pintado los labios de rojo, los hoyuelos que te salían al sonreír y la forma en la que movías la cabeza para apartar el pelo de la cara. Era una yonkie de tus besos totalmente adicta a tus caricias. Era una yonkie de la felicidad, droga que absorbía en grandes cantidades cuando estábamos juntos.
Sabia que contaba contigo, ya sabes, me sentía como la chica del Diario de Noa, Allie, sentía que si yo era un pájaro tu lo serias, que si me convertía en pez me seguirías. Sentía que si me ahogaba tu me salvarías.

Fue un buen invierno, de esos que se te quedan grabados en la mente a fuego. De esos que cuando los recuerdas no piensas solo en el amor que había, sino que inconscientemente, directamente, te impregna el olor a café y nubes de algodón; y piensas en los abrazos frente a la chimenea los días mas fríos del año y en las tardes en el cine viendo películas antiguas, sus favoritas, y las pistas de patinaje sobre hielo donde juntos aprendisteis tras miles de caídas. Y en vuestras narices heladas rozandose tiernamente. Y en las tazas de chocolate caliente en aquella churrería del fondo de la calle. Y en las tardes de lluvia en las que juntos bailabamos bajo ella.

Tu eras el guardián de mi luna y la misma luna, la que brillaba coqueta para mi cada noche entre muestras de amor y magia enredada en las sabanas. Tu eras mi motivo. Mi motivo eterno e infinito. El motivo de todo por lo que escribia y sonreia.

¿Y ahora? Ahora estamos rotos en un millón de pequeños pedazos y aun asi queremos volar. Me sigues engañando cada noche con tu famosa frase "Somos inmensos, y esta vida no nos matará, te lo digo yo" y yo te digo "Venga, vayamonos a inventar un futuro en el que nuestras sonrisas sean la luz que alumbre nuestros días." Porque yo me imagino a tu lado, en una vieja furgoneta Volkswagen, recorriendo la ruta 66. Perdidos en el ensueño, lamiendonos las heridas. Crando una historia en la que cada día es una nueva página. Porque ya sabes, nos conocemos mejor que nadie, y nos gritamos y nos peleamos pero eso son unos ratos, los otros nos amamos con locura infinitamente. Hace tiempo que la mejor definicion y la que mas me gusta para nosotros dos es la de dos locos enamorados. Si, somos dos locos inflados de amor ¿y sabes una cosa? Por un instante, seremos eternos.