Te pense y luego te escribi, ¿o quizas te escribo y despues te pienso?
O simplemente escribo y te invento,
y le pongo tu nombre a mis versos por darles el sentido del que carecen
o la armonia que les falta.
Quizás es el frío, que me hace acordarme de tus gélidos ojos azules,
o el Otoño que debería haber sido nuestro.
Pueden ser también los silencios colados en los recobijos de tu mirada,
o los 21 que nos atan a la cama de la melancolía
como los Martes cinco.
Que traen sonrisas rotas,
y ruina convertida en rutina.
Quizás es que realmente te invento
y como conclusión de este caos
termino por entregarles el amor y la frustración a mis versos, mis mejores amantes.
Que bonito!
ResponderEliminarGOOD! :D besitos.
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